“Esta lúcida conciencia
de amar a lo nunca visto
y de esperar lo imprevisto”
Xavier Villaurrutia (1903 – 1950)
De “Décima muerte”
El amor debería tener las cualidades de un gas y expandirse por todo el planeta. Lo deberíamos respirar e intoxicarnos con él. Y al intoxicarnos debería agudizar nuestra sensibilidad, nuestra capacidad de cuidar de los bienes y los seres que compartimos este planeta.
El amor debería iluminar nuestras vidas cuando éstas fueran grises y oscuras. Pero no vivimos para amar, sino para sobrevivir en un contexto en el que nos estorbamos los unos a los otros con tanta competitividad y tanta falta de colaboración.
El amor nos debería empujar a tender puentes a la vida, sea cual sea su forma. Y debería hacer crecer nuestra humanidad. Debería ser el virus más contagioso que exista.
No existen diferentes tipos de amor. Solo uno, que se derrama por diferentes vertientes de nuestra vida.
Emilio Muñoz
Abre tus ojos...
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(original autentificado)
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