“No solo el hoy fragante de tus ojos amo
sino a la niña oculta que allá dentro
mira la vastedad del mundo con redondo azoro,
y amo a la extraña gris que me recuerda
en un rincón del tiempo que el invierno ampara.
La multitud de ti, la fuga de tus horas,
amo tus mil imágenes en vuelo
como un bando de pájaros salvajes”
Eliseo Diego (1920 – 1944)
De “Canción para todas las que eres”
Me acerqué, no para atrapar el cuerpo de alguien, o para raptar su vida, sino para acompañar su alma. Y si el temor oprimía el aliento, llegué para abrir ventanas y dejar que entrara la luz, el calor del sol y el aire fresco. Y si las heridas dolían, me acerqué para tender mis manos y aliviar el dolor.
No nací para dañar, aunque la torpeza me acompañe en ocasiones. Ni para construir jaulas o prisiones, sino para volar libre en un universo más y más amplio, solo o en voluntaria compañía. Y nadie lo dude: en la vida solo hay un carcelero posible, que es uno mismo presa del miedo. Y si se me hablara del amor yo diría que, efectivamente, también nos atrapa y nos convierte en sus sirvientes. Pero el amor que es luz solo nos trae una dulce servidumbre y nos lleva hasta mundos tan maravillosos como imposibles de imaginar.
Quedan muchas puertas por abrir en el universo, y solo con la mirada inocente de nuestra niñez las podremos encontrar y atravesar. Queda mucha belleza por imaginar, por construir y por disfrutar.
Somos libre. Nuestra alma es libre. Nuestra niñez nos hace libres…
Nada es casualidad.
Emilio Muñoz
Hola Trovador, veo que tienes varios blog, este no lo conocía, ya sí.
ResponderEliminarMe gusta, como todos los que tienes y lo que escribes, que no por no decírtelo no lo sé y lo sabes.
Lamento que mi ánimo y mi capacidad hayan volado sin remedio. Estos días me pongo a escribir y no quiero, no puedo, tengo una gran desgana, supongo que son rachas que van y vienen.
Espero que tú estés muy bien y gracias por ser mi amigo.
Hasta pronto.